Campanas Santa Catalina...
Hauser y Menet - Año 1892
La iglesia de Santa Catalina está situada en la Plaza Lope de Vega de la ciudad de Valencia y se remonta a la conquista de Valencia por Jaime I.
El templo de Santa Catalina Mártir está situado en la Plaza Lope de Vega de la ciudad de Valencia en el barrio medieval, sobre el lugar donde existió una mezquita, es solamente visible la fachada que recae a la antigua plaza de les "herbes" actualmente plaza de Lope de Vega, y también su famosa torre campanario.
La cabecera de la iglesia se encuentra totalmente rodeada de casas lo mismo que pasa con el lado derecho de la nave. El lado izquierdo, se ve parcialmente desde la otra calle, la de la Tapineria.
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La iglesia de Santa Catalina se remonta a la conquista de Valencia por Jaime I en 1238, ya que era una de las diez parroquias fundacionales de la ciudad. Al conquistar Valencia, Jaime I intentará remodelar todo el espacio urbano distribuyéndola en parroquias. Para ello concede al arzobispo de Tarragona las mezquitas y cementerios musulmanes.
Distribuyó el espacio concediendo a cada una de las diez parroquias un territorio, una de ellas fue la de Santa Catalina.
Recibió el nombre de Santa Catalina por expreso deseo del Rey don Jaime en honor a su hija la infanta Catalina de la casa real de Aragón. Data de 1245 cuando se empiezan a construir parroquias en las antiguas mezquitas en los alrededores de la catedral.
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La Iglesia se compone de una sola nave de seis tramos, con contrafuertes laterales donde se colocaron las capillas y un ábside poligonal iluminado por ventanas alargadas cerradas por vidrieras. Al igual que la Catedral es la única de las iglesias góticas de la ciudad con un espacio en la cabecera que rodea el altar mayor. El cuerpo principal del templo se construyó a lo largo del siglo XIV, terminándose las obras entre 1367 y 1371. Está compuesta de siete capillas laterales en el lado de la epístola, dos capillas en la nave del evangelio y siete capillas en la girola donde está la más grande de todas que es la de la Adoración o de la Comunión.
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En el año 1548 y después de un gran incendio, el edificio fue revestido con decoración renacentista y más tarde, en 1785, se le dio un aspecto barroco.
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A comienzos de la Guerra Civil Española la asaltaron milicianos republicanos, los cuales la incendiaron no siendo posible restaurarla hasta la década de 1950, donde se pudieron realizar las obras de reforma correspondientes quitándole a los muros todos los restos barrocos y neoclásicos para dejarle su estilo gótico que mantenía al principio.
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Frente a ella se abrió la calle de la Paz a finales del siglo XIX la calle de la Paz, mejorando la comunicación del centro con el mar. Desde hace más de 50 años, el templo está regido por la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos. Esta Iglesia tenía un cementerio propio situado cerca del mercado central pero a principios del siglo XIX desapareció.
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c/ La Paz - Año 1904
La Torre Campanario de la Iglesia de Santa Catalina es un elemento arquitectónico de tal importancia que se considera un ejemplo clave del barroco valenciano. Tal es su valor que se convirtió en objeto de valoración patrimonial en 1981. Esta joya arquitectónica pudo evitar un plan urbanístico de principios del siglo XX. Este plan pretendía derribar tanto la torre como la iglesia para prolongar la actual calle de la Paz. Hoy en día la Torre Campanario presenta su papel de hito y punto focal de esta emblemática vía.
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La primera reunión de feligreses se documenta el 1 de enero de 1688, cuando se habla del deseo de construir un nuevo Campanario. El 5 de octubre de ese año comenzó a levantarse de la mano de Juan Bautista Vinyes y se terminó en 1705. Las fuentes documentales no aclaran si en su día coexistieron ambos campanarios.
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El proceso de selección de la nueva ubicación, seguimiento de las obras, financiación, construcción y montaje de la coronación y la adquisición y montaje de las campanas está muy bien documentado, según Orellana, pero no hace referencia al autor de la traza. Sin embargo, en base a similitudes compositivas con otras iglesias cercanas, todo parece indicar que se trata de la misma forma de trabajar de Juan Pérez Castiel.
La duración inicialmente estimada de las obras era de 8 años, pero la crisis económica obligó a prolongarlas unos años más de lo previsto. Estas dificultades económicas pueden justificar una construcción pobre y alejada de lo acordado. En todo esto se tiene que añadir un caso gracioso, ya que el suspicaz constructor – Juan Bautista Viñes, quien realizó la obra por diez mil ducados – advirtió en los capítulos concertados por la parroquia que nada se hablaba en punto a escalera y construyó la torre sin ella, subiendo cuando era necesario por medio de unos maderos. Ello fue causa para que, discordados los ánimos, se llevara el asunto a los tribunales, fallando éstos a favor del constructor de la torre, por lo que hubo de pagar su inadvertencia la parroquia, costeando la escalera que fue construida bastantes años después con un total de 128 peldaños.
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Interior actual de la escalera
La planta del nuevo campanario es hexagonal y está construido íntegramente en piedra. El campanario tiene tres cuerpos principales: base, sala de campanas y coronación. La base tiene 29,48 m de altura y 1,57 m de grosor de pared; en uno de sus lados hay una escalera que da acceso a la sala de campanas. La sala de campanas alcanza una altura de 38,00 m. La altura total (coronación incluida) es de 50,00 m. El perímetro en su base es de 21,60 m.
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Combina la tradición gótica constructiva de principios del siglo XVII, contrafuertes en esquina y imposta separando los niveles, con el deportivismo barroco de finales del mismo siglo trasladándose a la cantería, hecho que lo
convierte en uno de los más importantes campanarios barrocos valencianos. Las ventanas están decoradas con motivos barrocos. Posee un potente entablamento sobre el que se sitúa la sala de campanas, en este nivel los contrafuertes son sustituidos por columnas helicoidales.
La parte inferior de la torre termina con una balaustrada y la coronación está compuesta por otra pequeña torre también hexagonal en dos pisos. El nivel inferior tiene huecos trapezoidales y soportes diagonales. El piso superior tiene arcos y columnas helicoidales que soportan un entablamento y una pequeña cúpula de azulejos. El principio de cornisa recta se rompe ya que todas las cornisas reproducen en su vuelo el perímetro de los contrafuertes, lo que constituye una novedad composicional. El hecho de considerar en la traza original del Campanario el cuerpo superior hace que las bóvedas diseñadas sean capaces de soportarlos y permite soluciones más altas y esbeltas, siendo necesario introducir los soportes diagonales para estabilizar la torre superior.
Entre 1740 y 1755 se llevaron a cabo intervenciones en el interior de la iglesia, mientras que en el campanario no tuvo lugar ninguna hasta 1867. Se desconoce el alcance de las obras, aunque todo parece indicar que se renovó el revestimiento de azulejos.
No es hasta 1914 cuando el relojero José Gómez instala el reloj de la Torre, cegando una de las ventanas de la sala de campanas. Es en esa fecha cuando el Ayuntamiento ya desestima el derribo de la torre para conseguir la extensión de la calle de la Paz.
En 1936 la Iglesia sufrió un gran incendio, obligando a intervenir en su estructura una vez finalizada la guerra.
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convierte en uno de los más importantes campanarios barrocos valencianos. Las ventanas están decoradas con motivos barrocos. Posee un potente entablamento sobre el que se sitúa la sala de campanas, en este nivel los contrafuertes son sustituidos por columnas helicoidales.
La parte inferior de la torre termina con una balaustrada y la coronación está compuesta por otra pequeña torre también hexagonal en dos pisos. El nivel inferior tiene huecos trapezoidales y soportes diagonales. El piso superior tiene arcos y columnas helicoidales que soportan un entablamento y una pequeña cúpula de azulejos. El principio de cornisa recta se rompe ya que todas las cornisas reproducen en su vuelo el perímetro de los contrafuertes, lo que constituye una novedad composicional. El hecho de considerar en la traza original del Campanario el cuerpo superior hace que las bóvedas diseñadas sean capaces de soportarlos y permite soluciones más altas y esbeltas, siendo necesario introducir los soportes diagonales para estabilizar la torre superior.
Entre 1740 y 1755 se llevaron a cabo intervenciones en el interior de la iglesia, mientras que en el campanario no tuvo lugar ninguna hasta 1867. Se desconoce el alcance de las obras, aunque todo parece indicar que se renovó el revestimiento de azulejos.
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Remate campanrio - Año 2020
No es hasta 1914 cuando el relojero José Gómez instala el reloj de la Torre, cegando una de las ventanas de la sala de campanas. Es en esa fecha cuando el Ayuntamiento ya desestima el derribo de la torre para conseguir la extensión de la calle de la Paz.
En 1936 la Iglesia sufrió un gran incendio, obligando a intervenir en su estructura una vez finalizada la guerra.
A partir de 1950 se proyectó una restauración global de todo el templo a su estado original. El arquitecto valenciano Luis Gay Ramos dirigió las obras, que se realizaron en tres fases. No cabe duda de que estas actuaciones no afectaron a la torre, ya que no había sido dañada por el bombardeo de 1938 y porque la mampostería era aparentemente muy sólida, por lo que no necesitó renovación alguna.
La última intervención, y la única en su sillería desde su construcción, fue en 2004 como obras de emergencia para consolidar y conservar la Torre Barroca. Las obras fueron dirigidas por el arquitecto José Ignacio Casar Pinazo y consistieron en solucionar problemas de esternotomía y rejuntado de la piedra, trabajos que estaban pendientes desde su construcción, síntomas por tanto de una inadecuada ejecución. Además, se desmontó el reloj y se devolvió al Campanario su forma arquitectónica original, restaurando la cubierta original del remate formada por una cúpula de piedra de una sola hoja con remate exterior tallado en escama de pez.
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También en el libro de Fernando Piongarrón hace referencias al antiguo campanario; Su campanario cuadrilátero de precedencia seguramente bajomedieval... perduró hasta mediados del XVIII, pues entre las obligaciones del convenio de renovación del templo de 1740 con Felipe Rubio, estaban las de "derribar el campanario antiguo que está sobre la frontera; así como el hazer un campanarito arrimado á dicha Yglesia para tocar á misa, colocando en él la campana que al presente ay en el campanario antiguo". Ese campanarito que hace referencia es a la espadaña que actualmente se conserva mirando hacia la Plaza Lope de Vega.
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